La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha incidido en la vigilancia de camiones y autobuses.
La Dirección General de Tráfico (DGT), a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, se ha sumado a la campaña de control de vehículos destinados al transporte de personas y mercancías que la organización Internacional de Policías de Tráfico (Tispol) puso en marcha entre el 10 y el 16 de febrero. La campaña tiene como objetivo controlar que estos vehículos de transporte profesional circulan en condiciones óptimas de seguridad, al igual que sus conductores.
Así, durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, han incidido en la vigilancia y control de aspectos como la velocidad a la que circulan, las horas de conducción y descanso, el tacógrafo, el exceso de peso, los posibles defectos técnicos del vehículo o la seguridad. También han comprobado que la documentación del vehículo y del conductor es la correcta, que la conducción no se realiza bajo los efectos de alcohol u otras drogas o que todos los ocupantes del vehículo hacen uso del cinturón de seguridad.
Según muestran los datos facilitados por la DGT, los autobuses y camiones estuvieron implicados en el 1% y en el 11%, respectivamente, de los accidentes con víctimas. El desglose indica que los autobuses se vieron implicados en un total de 2.269 accidentes con víctimas en 2018, de los que 1.969 se produjeron en vías urbanas y 330 en interurbanas. En ellos, fallecieron 56 personas, de las que 12 eran viajeros del autobús (11 en vías interurbanas y sólo uno en urbanas), mientras que los 44 restantes eran ocupantes de otros vehículos.
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