Cada día, más de 600.000 alumnos utilizan el autobús escolar para acudir al colegio y regresar a casa.
Durante toda esta semana, del 3 al 7 de febrero, los autocares dedicados al transporte escolar están siendo objeto de vigilancia por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, dentro de las campañas de seguridad vial que anualmente realiza la Dirección General de Tráfico (DGT) para prevenir accidentes.
Durante esos cinco días, los agentes han intensificado las inspecciones, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos son los correctos para la prestación del servicio. Asimismo, los agentes verifican que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
La seguridad es la máxima prioridad y las cifras de siniestralidad anuales reflejan que el transporte escolar es un sector seguro, especialmente si se toma como criterio de comparación el número de fallecidos por viajero–kilómetro recorrido.
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