El curso contó con un centenar de asistentes.
La Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús) ha celebrado su quinto curso de verano en el marco de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Bajo el título “Contratación Pública de la Movilidad”, el encuentro sirvió para debatir y reflexionar sobre la problemática de las licitaciones, tanto a nivel estatal como autonómico y municipal.
La colaboración público-privada, la necesidad de diseñar nuevos y mejores mapas concesionales, la conectividad y la elaboración de unos pliegos que terminen con los incesantes recursos y que no estén condicionados únicamente por el precio fueron algunas de las principales conclusiones del evento.
Según Rafael Domínguez, abogado del Estado-jefe en el Ministerio de Fomento, más de la mitad de las 80 concesiones que hay en explotación se encuentran en una situación anómala. De hecho, 33 de ellas han expirado pero siguen en ejecución, siete han sido anuladas y siguen explotándose, y no se han licitado todas las concesiones que se debería. “Esto, que genera incertidumbre jurídica, se debe a la elevada litigiosidad. Se ha producido una cierta apertura de veda a la hora de impugnar los pliegos y cada vez es más difícil entender los argumentos de los recursos”.
El presidente de Confebús, Rafael Barbadillo, matizó la idea de que el transporte de viajeros no debe basarse sólo en el precio. “Para garantizar un servicio público de mayor calidad conviene que las licitaciones prioricen la sostenibilidad desde el punto de vista social, medioambiental y económico, destacando siempre la seguridad, la innovación y la calidad”.
A su entender, el transporte colectivo de viajeros por carretera representa el mejor ejemplo de presente y futuro de una movilidad responsable, sostenible y eficiente. “La movilidad es una necesidad imprescindible para la calidad de la vida y el transporte en autobús y autocar supone hoy en día la mitad de los desplazamientos, en modos colectivos, de las personas en España”.
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