Autoridades locales y regionales, así como directivos de Basf, no han querido perderse la reinauguración del centro.
Basf Española ha reabierto oficialmente su Refinish Competence Center en Marchamalo (Guadalajara), un centro de formación en el que los expertos de la compañía comparten su conocimiento con “técnicos de los talleres de reparación, distribuidores y grandes marcas de automóvil, todos clientes de Basf en España y Portugal, a través de sus reconocidas marcas premium Glasurit y R-M”, subrayan desde la propia multinacional.
Desde principios de este año, Basf Española ha invertido alrededor de 2,5 millones de euros para renovar su Refinish Competence Center, construido en 1983 y que desde entonces se ha convertido en el centro de referencia para la formación tras atender a 2.000 profesionales cada año, que se someten a un entrenamiento que desde la propia compañía califican como “clave para poder dominar las complejas técnicas del ajuste de color y repintado de vehículos y conocer las últimas innovaciones de ambas marcas”.
La reforma del centro ha tenido un “claro enfoque hacia la sostenibilidad y la protección del medio ambiente”, pues Basf ha instalado “equipos con la mayor eficiencia energética y con el grado óptimo de reducción de emisiones”. La reinauguración ha contado con la presencia del alcalde de Marchamalo, Rafael Esteban Santamaría, así como de la consejera de Economía, Empresas y Empleo de la Junta de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, que aseguró que se va a seguir apostando por la industria de la región durante los próximos cuatro años.
En sus más de 300.000 metros cuadrados de superficie, el centro de Marchamalo emplea a 650 trabajadores y alberga cuatro plantas de producción, dos de ellas de pinturas. Entre los productos fabricados en las instalaciones de la provincia de Guadalajara se encuentran, entre otros productos, recubrimientos de alta tecnología para la industria del automóvil y de alta demanda tecnológica.
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