Vista de la mesa redonda celebrada con las centrales sindicales.
“No es que queramos controlar a los trabajadores de las empresas del sector, sino que somos los responsables si toman alcohol”. Así lo ha puesto de manifiesto Rafael Barbadillo, presidente de Confebús, durante su intervención en la jornada titulada ‘la normativa social europea’, que ha estado organizada por la Fundación Corell y se ha celebrado en la sede madrileña de la CEOE.
La afirmación del responsable de Confebús respondió a Mario Martín Moreno, secretario general del Sector Carretera de CCOO, que había asegurado previamente que “nosotros no estamos en contra del alcolock, pero sobre el sistema de control de alcohol hay ya una ley y los controles los realizan en las mutuas o los agentes de la autoridad, que tienen instrumentos adecuados para ello. Estos controles no los realiza la empresa y aquí lo quiere controlar la empresa”.
El debate sobre la conveniencia de reducir el consumo de alcohol hasta el 0% entre los conductores profesionales surgió cuando Rafael Barbadillo explicó que desde la confederación “estamos pidiendo la obligatoriedad de introducir el alcolock en el transporte de viajeros por carretera, así como controles aleatorios de drogas, revisiones médicas anuales” como se realizan a las tripulaciones del transporte aéreo y poder conocer los puntos que tienen en su carné los conductores de autobuses.
Otro tema que se ha puesto encima de la mesa en la jornada ha sido el nuevo ROTT, que fue criticado duramente por los representantes sindicales. Para Emilio Cordero, secretario sectorial de Transportes de UGT, “hay artículos en el nuevo reglamento que perjudican al transporte”. Por su parte, Martín Moreno afirmó que “me parece una falta de respeto que el Ministerio de Fomento no haya pedido al Comité Nacional la valoración del ROTT” y añadió que “deja a todo el mundo insatisfecho”.
En este sentido, Rafael Barbadillo sostuvo que “el nuevo ROTT ha sido una oportunidad perdida para el transporte de viajeros. Teníamos que haber introducido medidas para modernizar el sector, como la posibilidad de tener tarifas distintas valle-punta o flexibilizar las concesiones con las administraciones”.
Además, el responsable de UGT aseguró que “necesitamos una nueva planificación de líneas nacionales, porque seguimos poniendo parches” y propuso la creación de servicios a la demanda con microbuses para zonas de baja densidad de población. El guante fue recogido por Rafael Barbadillo, que señaló que “hay que revisar el mapa concesional. No es de recibo que el que hay es de hace al menos 20 años” y apostilló que el nuevo mapa debería estar coordinado entre el Estado y las comunidades autónomas.
En su intervención, Barbadillo subrayó también que “nos está afectando mucho, y más que nos va a afectar en el futuro, la Ley de Desindexación de la Economía Española”, que desvincula los precios de los contratos públicos del IPC. Esta normativa impide que se aumenten los precios por encima de la subida de los salarios de los funcionarios públicos. “Debemos buscar una solución, como por ejemplo la exención para el transporte de viajeros”, añadió.
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