Francisco Huertas, de pie a la izquierda, durante su exposición.
“La actuación irregular de las empresas clandestinas que operan en la Comunidad de Madrid supone un perjuicio de 60 millones de euros a las compañías madrileñas de transporte discrecional”. Así lo ha afirmado Francisco Huertas, portavoz de la asociación Autocares Independientes Discrecionales de Madrid, durante su intervención en una mesa redonda dedicada a la problemática del intrusismo y la competencia desleal.
Según ha denunciado Huertas, unos 150 autobuses de empresas portuguesas prestan sus servicios “de forma clandestina y con total impunidad”, transportando a más de 400.000 viajeros en la Comunidad de Madrid. En su opinión, estos operadores incumplen la ley de cabotaje, que regula los días en los que las empresas extranjeras de transporte pueden prestar sus servicios en nuestro país.
Además, Autocares Independientes Discrecionales de Madrid afirma que se están incumpliendo también las condiciones laborales que establece el convenio colectivo del transporte madrileño y que “es de obligatorio cumplimiento para las empresas que operan en la Comunidad de Madrid”. Para los responsables de la asociación, estas compañías portuguesas están pagando a sus trabajadores sueldos de 800 euros al mes, que “viven en condiciones ínfimas en barracones que repercuten directamente en la calidad del servicio y en la seguridad del mismo”.
Sobre los distintos convenios colectivos existentes en el sector, el salario base del vigente en la Comunidad de Madrid asciende hasta los 1.387,80 euros. Sin embargo, el mismo concepto se sitúa en los 930,59 euros en el de Córdoba y en los 906,72 euros en el de Cáceres. Más bajo todavía se encuentra el convenio por el que se rige el sector en Portugal, que simplemente alcanza los 866 euros.
En su intervención, Huertas repasó la problemática a la que se enfrentan las empresas de transporte de viajeros, como sucede con la inacción de la administración, que mantiene bloqueada la renovación de los concursos y concesiones públicas. Además, criticó la falta de inspección y control por parte del Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) a la hora de vigilar que autobuses adscritos a las líneas regulares presten servicios discrecionales y subrayó el “claro ejemplo de competencia desleal” que supone el Bus Aeropuerto Exprés explotado por la EMT, así como el servicio de autobús turístico y el Naviluz, que “incumplen el marco regulador, el régimen de concesiones y la irregular exclusiva en la prestación de estos servicios”.
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