Vista del tráfico en la Gran Vía madrileña.
Más de medio centenar de conductores y empresarios vinculados al transporte discrecional en autobuses han marchado el pasado jueves 13 de diciembre como señal de protesta por el paseo madrileño de La Castellana para pedir al Ayuntamiento que les permita transitar y operar en la zona de Madrid Central, según ha informado la agencia EFE.
Después de una marcha por la Castellana y Recoletos, los manifestantes han llegado hasta Cibeles, frente a la sede del Ayuntamiento, donde han pitado y coreado consignas y han leído una carta con sus peticiones a la alcaldesa, Manuela Carmena. Entre ellas, y siempre según la agencia EFE, se reclama que haya paradas de carga y descarga de pasajeros en los hoteles situados en la Gran Vía.
Con pancartas como “Queremos soluciones, no restricciones”, “Iguales condiciones para todo el servicio de transporte público de Madrid”, “¿Por qué nosotros no? y sí los taxis, la EMT, City Tour, Naviluz (EMT) y VTC”, los manifestantes han manifestado su malestar por los impedimentos para que sus autobuses circulen por este área de Madrid que desde el 30 de noviembre pasado restringe el tráfico al vehículo privado.
La manifestación ha estado convocada por la asociación de transportistas Direbús, con la que pretende mostrar su “rechazo a las políticas de movilidad del Ayuntamiento de Madrid”, según señala una escueta nota de prensa.
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