Un autobús híbrido articulado de TMB.
La compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) va a ahorrar un total de 27.880 toneladas de CO2 gracias a la sustitución de 449 autobuses diésel y de gas natural comprimido de primera generación por autobuses híbridos, eléctricos y de gas natural más avanzados entre 2017 y 2020. La iniciativa, que ascenderá a más de 50.500 toneladas en el cómputo ampliado hasta 2023, tiene como objetivo reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) causantes del calentamiento global.
Así, la inversión creciente de TMB en material móvil (30,6 millones de euros en 2016, 38,2 millones de euros en 2017 y 42,3 millones en 2018) se orienta no sólo a rebajar la edad y fiabilidad de los vehículos de transporte, sino también a reducir el impacto ambiental. Según el operador, el consumo energético de combustible de un autobús híbrido, y por lo tanto también las emisiones de CO2, es un 30% más bajo de media que las de un coche diésel equivalente, y llegan al 45% en ciertos modelos.
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