La DGT ha inspeccionado más de 3.500 vehículos dedicados al transporte escolar y de menores.
Cinco conductores han dado positivo en la prueba de detección de drogas y otros nueve circulaban a velocidades superiores a las establecidas. Este es el resumen de lo más importante sucedido durante los cinco días que ha durado la campaña especial de vigilancia que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha realizado entre el 19 y el 23 de febrero para comprobar que los vehículos dedicados al transporte escolar cumplen la normativa establecida.
Para Gregorio Serrano, director de la DGT, “el consumo habitual de drogas por una parte de la sociedad, tiene un reflejo directo en los conductores. Muchos de ellos se ponen al volante tras haber consumido algún tipo de sustancias como se constata en los controles que realizan los agentes en carretera. Desde la DGT seguiremos incrementando dichos controles, poniendo un énfasis especial en los conductores profesionales”.
Además, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han constatado que los cinturones de seguridad instalados en ocho de los vehículos examinados presentaban anomalías en su funcionamiento. En la campaña, los agentes han controlado más de 3.500 vehículos dedicados al transporte escolar y de menores, de los que 1.416 han sido denunciados, en su mayor parte por irregularidades administrativas.
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