La UE quiere flexibilizar la creación de nuevos servicios regulares internacionales.
El Colegio de Comisarios de la Comisión Europea ha presentado el llamado Paquete de movilidad limpia, el segundo paquete de movilidad que presenta la Comisión este año, ya que el pasado mes de mayo se lanzó ‘Europa en movimiento’, según ha informado Confebús.
El paquete que se presenta ahora se inscribe en un contexto político más amplio cuyo objetivo es hacer que la industria europea sea más fuerte y más competitiva. Tal como anunciaron en su Estrategia renovada de política industrial de la UE, presentada en septiembre de 2017, la ambición de la Comisión es ayudar a nuestras industrias a seguir siendo o llegar a ser líderes mundiales en innovación, digitalización y descarbonización.
El nuevo paquete está compuesto por varias normativas sobre los nuevos estándares de emisiones de CO2 para los fabricantes de vehículos; la Directiva sobre vehículos para promocionar soluciones de movilidad más limpia en las licitaciones públicas; el plan de acción de inversiones en infraestructuras transeuropeas de combustibles alternativos; la revisión de la Directiva de transporte combinado (mercancías); la iniciativa sobre baterías para la movilidad, para que sean producidas e inventadas en Europa; junto con la propuesta de modificación del Reglamento 1073/2009, para estimular el uso del autobús como alternativa al vehículo privado en distancias a través de Europa.
Entre las medidas destaca la propuesta de modificación del Reglamento 1073/2009, sobre acceso al mercado de servicios internacionales de transporte en autobús y en autocar. Con la revisión de este Reglamento, la Comisión Europea busca flexibilizar la creación de nuevos servicios regulares internacionales, liberalizar las operaciones de cabotaje para servicios regulares y ampliar el ámbito de aplicación del Reglamento a los servicios regulares nacionales de transporte en autocar para introducir nuevos servicios comerciales.
De este modo, la propuesta permitiría crear nuevos servicios regulares tanto internacionales como nacionales que transporte viajeros con distancias inferiores o superiores a 100 kilómetros, excepto en determinadas situaciones. Igualmente, se propone establecer la figura de un órgano regulador independiente a nivel cada Estado miembro que se encargaría de vigilar el funcionamiento del mercado de servicios del transporte en autobús en cada país y que sería el encargado de examinar si el establecimiento de un nuevo servicio comercial regular nacional o internacional con distancias entre paradas inferiores a 100 kilómetros afectaría al equilibrio económico de un contrato de servicio público.
Otro aspecto que la propuesta busca abordar son los problemas de negativa de acceso a la estaciones de autobuses que se dan en algunos países de la Unión Europea cuando el titular de la estación rechaza que una empresa competidora pueda dejar y recoger viajeros en sus instalaciones.
Comentarios