Una de las medidas estrellas del plan es la integración del transporte escolar en el regular.
El sector gallego del transporte colectivo de viajeros atraviesa una de las etapas más convulsas que se recuerdan. Tras una demoledora sentencia judicial que anuló las concesiones el pasado verano, los operadores renunciaron a centenares de líneas. Ante la amenaza de que el entorno rural gallego dejase de tener garantizada su movilidad, la Xunta pidió a las empresas que aguantaran hasta mediados de este año, momento en el diseñaría un plan de transporte llamado a revolucionar el sector.
Una vez presentado, el plan, una de cuyas medidas estrellas es la integración del transporte escolar en el regular, no convence a nadie. La patronal ha pedido su retirada inmediata y pide hacer uno "sin prisas", mientras que los sindicatos han convocado huelga indefinida todos los martes y miércoles a partir del 20 de junio. Mientras tanto, la Xunta desdice a los sindicatos y asegura que su plan “permitirá mantener los puestos de trabajo en el sector al prever en su aplicación la subrogación de los trabajadores”.
El pasado lunes, 19 de junio, patronales y sindicatos estaban llamados a una reunión a tres bandas con la Consellería de Infraestructuras, pero tanto los representantes de los empresarios como los de los trabajadores dieron plantón a la Xunta después de que el Ejecutivo gallego decidiera modificar la convocatoria y propusiera reunir en encuentros diferentes a ambas partes.
Por su parte, la Consellería “mantiene su oferta de diálogo a los trabajadores para analizar los aspectos laborales del plan de transporte y su disposición a analizar las propuestas de la patronal”, al tiempo que “emplaza a los empresarios del transporte a negociar con los trabajadores la renovación de los convenios colectivos”.
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