Radu Dinescu ha enviado cartas a los diferentes presidentes de Gobierno de los Estados de la UE.
El presidente de la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), Radu Dinescu, ha enviado cartas a los diferentes presidentes de Gobierno de los Estados de la Unión Europea para señalar que los bloqueos fronterizos están obstaculizando la actividad de los transportistas y reclamar por lo tanto que sigan las directrices de la Comisión Europea e implanten los denominados “corredores verdes”, con la intención de reducir los tiempos de espera en las fronteras a 15 minutos. "Las largas colas que están teniendo lugar en las fronteras son inadmisibles", denuncian desde la citada organización.
Además, el presidente de la IRU demanda que los controles e inspecciones que se realicen a los profesionales del transporte sean proporcionales y se lleven a cabo “solo cuando sean necesarios”. Y reclama que dote de protección y pruebas del coronavirus a los trabajadores del sector y proporcione instalaciones y áreas de descanso para que puedan llevar a cabo su actividad.
Medidas unilaterales y descoordinadas
Más allá de la falta de atención por parte de los países a las indicaciones de la Comisión Europea en relación con los "corredores verdes", la falta de coordinación y de armonización en la toma de decisiones en relación con el transporte de mercancías por carretera es una constante que crece cada día.
"La situación de emergencia sanitaria global que de forma muy severa está afectando a toda Europa, pone de manifiesto la lentitud del funcionamiento de la instituciones comunitarias y, lo que resulta aún peor, la falta de una actuación eficaz y efectiva de coordinación de medidas que obliguen a los Estados Miembros a reconocer y validar de forma temporal y excepcional un conjunto de medidas generales y armonizadas de aplicación idéntica en todos ellos y que, en nuestro sector, está afectando de manera significativa al desarrollo sin trabas de un servicio esencial como es el transporte de mercancías por carretera", denuncian desde Fenadismer.
Pese a ser consciente y conocedora de esta situación y de las quejas expresadas por diferentes Estados miembros, la Comisión Europea, "escondiendo la cabeza como un avestruz", claman desde esta organización de transportistas, se ha limitado a manifestar, por boca de su director general de Movilidad, que “comprende la necesidad de que las autoridades nacionales tomen iniciativas para garantizar la continuidad del transporte en las actuales circunstancias extraordinarias”.
Más allá, incluso, el representante comunitario añade, sin ningún pudor, que "la Comisión Europea no se encuentra en disposición de autorizar una exención o excepción global a nivel comunitario de las disposiciones en materia de transporte", aunque reconoce que como guardiana de la normativa europea, "sí está en disposición de tener en cuenta las dificultades excepcionales de los diversos países de la UE, siempre y cuando no se extralimiten en la adopción de medidas".
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